Este Laphroaig 25 Años Cask Strength 70cl 48.9% vol. corresponde a la edición embotellada en 2017, envejecido por un cuarto de siglo en barricas de ex-bourbon y ex-jerez, el whisky es una mezcla de las notas dulces y cremosas del bourbon, el roble y la influencia del jerez combinadas con las notas de turba y ahumados clásicos de la destilería, todo embotellado a cask strength sin filtrar en frío.
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Este Laphroaig 25 Años Cask Strength 70cl 48.9% vol. corresponde a la edición embotellada en 2017, envejecido por un cuarto de siglo en barrcias de ex-bourbon y ex-jerez, el whisky es una mezcla de las notas dulces y cremosas del bourbon, el roble y la influencia del jerez combinadas con las notas de turba y ahumados clásicos de la destilería, todo embotellado a cask strength y sin filtrar en frío.
La destilería Laphroaig está situada en la costa sur de la isla de Islay, cerca de Port Ellen y de The Kilbride Dam, suministro de agua de la destilería.
Laphroaig fecha de 1815, cuando los hermanos Alexander y Donald Johnston, del clan MacIain de Ardnamurchan fundan la destilería, en 1847 Donald Johnston, propietario único de Laphroaig, cae en una tina de whisky hirviendo y muere, en ese momento Walter Graham propietario de Lagavulin, toma las riendas de las dos destilerías, Laphroaig y Lagavulin, mientras Dugald Johnston, hijo de Donald y de edad temprana, se prepara para hacerse cargo de la destilería.
En 1857 la destilería vuelve a las manos de la familia Johnston, que mantendría posesión de la destilería hasta 1954.
Durante este período las destilerías Lagavulin y Laphroaig entran en una causa legal, cuando Laphroaig cancela un acuerdo comercial en el que había acordado vender su whisky a Lagavulin para la elaboración de blendeds, que en aquel momento incluyen White Horse, inventado en 1890 por el dueño de Lagavulin, Peter Mackie.
Después de incumplir el contrato, como represalia, Lagavulin decide bloquear el suministro de agua de Laphroaig, entrando en juicio otra vez, el recurso falla a favor de Laphroaig esta vez, como respuesta, un año después, Lagavulin contrata al gerente de Laphroaig con el objetivo de recrear los alambiques y así elaborar un whisky exacto al de la destilería vecina. Afortunadamente el intento falló y hoy podemos disfrutar de ambas destilerías, cabe decir, que las relaciones entre las destilerías a día de hoy son mucho más cordiales.
El último miembro del clan Johnston en dirigir la destilería fue Ian Hunter, sobrino de Sandy Johnston que durante la época de la prohibición en los Estados Unidos se las ingenió para persuadir a las autoridades de que aquello no era realmente whisky, sino un espirituoso medicinal usando como argumento las notas yodadas y la opinión de un oficial que estaba convencido de que nadie bebería un brebaje tan potente por placer. Al morir sin hijos, dejó la destilería en manos de Bessie Williamson, una leyenda en Islay. Después de la retirada de Bessie del negocio en 1972, la destilería cambiaría de propiedad en varias ocasionas hasta acabar en posesión de Beam Suntory en 2005.
La destilería Laphroaig es famosa por imprimir en sus whiskies notas potentes tanto en aroma como en sabor de turba, ahumadas, yodadas y marinas.
País: Escocia.
Región: Islay.
Estilo: Single Malt.
Crianza: Madurado 25 años en barricas de primer uso de roble americano de ex-bourbon y de roble europeo de jerez de segundo llenado y embotellado en 2017 a cask strength sin filtrar en frío.
Nariz: Turba acompañada de ligeras notas dulces, añadiendo unas gotas de agua se abre un abanico más amplio de aromas, incluyendo; ceniza, turba, mantequilla derretida, vainilla y notas medicinales en un fondo ligeramente dulce y afrutado.
Boca: Suave y sedosa, destacan las clásicas notas de turba de Laphroaig acompañadas de notas cítricas y miel. Nueces, brea, almendras y notas salinas.
Final: Largo, con ahumados, canela y hoja de tabaco.
La larga maduración en barricas de jerez y ex-bourbon le proporcionan a Laphroaig 25 Años Cask Strength (Edición 2017) un cuerpo sedoso y suave y añaden a las clásicas notas de la destilería una complejidad que solo la edad proporciona.